Mi nuevo hogar
Tras buscar desesperandamente una casa que poder comprarme a un precio más o menos asequible, por fín he encontrado algo que se puede adaptar a mi bolsillo. Lo mejor de todo es que la puedo desplazar conmigo e incluso llevármela de vacaciones. He pensado también en alquilar los armarios como habitaciones con derecho a cocina y baño y comprarme un perro que la vigile. Quizás la plante en el Retiro o en el Parque del Oeste, ya veremos, para que luego digan que la vivienda en Madrid está muy cara.