De nuevo vuelve la operación salida, los grandes atascos, la congestión de las vias propiamente dicha, el embotellamiento en toda regla y las paradas interminables entre toques de claxon y olor a gasolina quemada. Si salen de la ciudad este fin de semana, acuérdense del cuento de Cortázar y cojan provisiones por si la cosa va para largo, sean prudentes a la hora de conducir y no beban hasta llegar al punto de destino, que la mayoría de las veces pagan justos por pecadores.